La Gastronomía Madrileña

Orígenes de la gastronomía madrileña

La gastronomía madrileña conserva las tradiciones culinarias de la época de Felipe II, momento en que el monarca creó la capital. Con el paso de los años los pueblos colindantes a Madrid fueron aportando sus viandas a la cocina de la capital.

La cocina de la corte era rica y abundante. Se consumían muchos platos en los que la carne era la protagonista principal. Además se comenzaron a utilizar nuevos ingredientes provenientes de las colonias.

Es posible que el alto consumo de carne dejara un resto de manjares de «segunda categoría» que pudo haber dado lugar a las gallinejas, los entresijos, los callos, las criadillas, los zarajos, etc.

En la misma época comenzó a cocinarse la ‘olla podrida’, guiso típico de la cocina burgalesa, que con los años derivaría en el famosos cocido madrileño.

Muchos platos que hoy reconocemos como típicos de Madrid, tienen su origen en la emigración de poblaciones procedentes de otras zonas de España.

Primeras materias

Melón de Villaconejos
Fresas y espárragos de Aranjuez
Uvas de la Villa del Prado
Almendras de Alcalá de Henares
Berenjenas de Almagro
Judiones de la Granja

Tapas

Aceitunas aliñadas con cebolla y pimentón
Oreja a la plancha
Gallinejas
Gambas y setas al ajillo
Tortilla
Bocadillo de Calamares
Patatas bravas
Caracoles a la madrileña
Soldaditos de Pavía
Huevos estrellados

Platos principales

Gambas en gabardina
Calamares
Bacalao en salazón
Tortilla a la madrileña
Cocido madrileño
Callos a la madrileña
Sopas de Ajo
Besugo a la madrileña
Judías
Ensalada San Isidro

Pastelería

Churros
Porras
Bueñuelos de viento
Bartolillos
Tejas
Barquillos
Rosquillas
Almendras garrapiñadas

Vino

Los vinos de Madrid poseen su propia denominación de origen, ‘Vinos de Madrid’. La producción de vid se concentra en Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias, con un total de 22.000 hectáreas de viñedo. Se producen tintos jóvenes y de crianza, rosados, blancos, tintos de crianza y espumosos.

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